Comparación de inodoros secos, inodoros separadores e inodoros de agua
Existen muchos sistemas de inodoros diferentes en todo el mundo. Éstas difieren en función de cómo se eliminen los excrementos y de cómo se traten. En este artículo, hemos optado por comparar tres tipos de inodoros: inodoros secos, inodoros separadores e inodoros de agua.
Retretes secos
En primer lugar, estos inodoros pueden instalarse en cualquier lugar, ya que no requieren conexiones (agua, desagüe, electricidad).
En general, estos sanitarios secos tienen forma de caja de madera y los residuos se recogen en un cubo que se vacía en el
cubo de compostaje
. Por eso es importante disponer de una zona de compostaje en tu jardín o en cualquier otro lugar donde puedas compostar estos materiales.
Los inodoros secos biocontrolados utilizan virutas de madera (o cualquier otro material vegetal seco), que se añaden al cubo después de cada uso del inodoro para equilibrar el compost y acabar con los olores.
El ciclo de compostaje de estos inodoros es de 2 años. Este es el tiempo necesario para higienizar el compost y eliminar todos los agentes patógenos.
Con este abono podrás fertilizar la tierra y todas las plantas de tu jardín.
Con los inodoros secos biocontrolados, el ciclo está completo.
Todo se devuelve a la tierra, ¡sin insumos y sin más energía que el ciclo de la vida!
Separación de retretes secos
Como su nombre indica, el principio del inodoro separador de orina consiste en separar la orina de las heces para que puedan utilizarse por separado o no utilizarse en absoluto.
De hecho, existen diferentes prácticas de separación.
Básicamente, un inodoro tiene el mismo aspecto que uno seco, sólo cambia su interior. La mayoría de los sistemas de desviación de orina requieren que el usuario esté sentado, ya que la orina se recoge en la parte delantera del inodoro. Para el resto de las comisiones, se recogerán en un cubo en la parte trasera o directamente en una cámara de compostaje.
Las heces se compostarán del mismo modo que en los retretes secos, y la orina se utilizará como abono en el jardín, siempre que se diluya con agua y se extienda sobre una superficie lo suficientemente grande para no «quemar» las plantas.
La orina también puede devolverse al compostador para conseguir un mejor equilibrio (la relación carbono/nitrógeno) o canalizarse hacia el alcantarillado, lo cual es poco útil, ecológicamente hablando.
Desde el bricolaje hasta los modelos avanzados, hay muchos modelos entre los que elegir, con distintos grados de complejidad, ingenio y sofisticación técnica.
Inodoros de agua
Es el tipo de retrete más común en la sociedad occidental.
Para deshacernos de todo rastro de nuestras heces, pensamos que sería una buena idea utilizar el agua para enviarlas a centros de tratamiento ultraperfectos (bueno, no todos, al menos…) para que sean tratadas, filtradas, decantadas… para intentar que el agua vuelva a un estado más o menos limpio y pueda ser vertida a los ríos y luego bombeada de nuevo para ser tratada de nuevo y poder volver al grifo o tirarla por el inodoro… ¡Uf! Menudo viaje, ¡sólo por un poco de caca!
Entre la instalación en nuestros hogares y las conexiones subterráneas que desconocemos, la energía necesaria (tratamiento químico, eléctrico, etc.) es inmensa.
Sobre todo porque, al final, los lodos recuperados mediante este «saneamiento» serán incinerados o esparcidos por los campos antes de que hayan tenido tiempo de compostarse.
Esta práctica de alta velocidad y alto consumo energético hace que este material altamente fertilizante no pueda reciclarse adecuadamente.
Conclusión
Esta breve comparación muestra lo sencilla o compleja que puede ser la gestión de nuestras heces.
En estos momentos, se nos advierte de que el mundo se está desviando de su curso, así que ¿por qué no barajar de nuevo las cartas, cambiar nuestros hábitos y plantearnos unas sencillas preguntas sobre cómo limpiar nuestros excrementos y darles un buen uso?
¿No tiene sentido reducir o dejar de utilizar el agua para los retretes y crear suelo fértil para nuestros campos?
Por supuesto, hay para todos los gustos, pero ¿a qué precio?
¿Alguna idea preconcebida sobre los baños secos?